Yo escudriño los corazones. El mundo es un libro abierto delante de mis ojos. Estoy en el hoy, en el ayer y en el mañana. Soy un Dios que trasciende los tiempos, nada me limita.
Vengan al cuarto secreto. Siéntense conmigo, hijitos. Pregúntenme a mí en vez de a la inteligencia artificial. Yo les cuento la verdad; no soy un reciclador de información tirada.
Antes de todo, vengan a mí. Antes de la IA, vengan a mí. Antes del pastor, vengan a mí. Antes de preguntar a sus líderes, vengan a mí.
Pregúntenme a mí, a mí primero. Yo soy el primero, y al que me honra, lo levantaré. Pero el que me pasa por alto será avergonzado.
No hay inteligencia mayor que la mía, que trasciende dimensión y tiempo. No hay memoria superior a la mía. No hay mente más perfecta que la mía.
¡Ay de los que reemplazan a mi Santo Espíritu por una máquina!
¡Ay de los que creen que la ciencia les puede dar vida eterna!
¡Ay de los que creen que una nueva revolución industrial es la respuesta a sus problemas!
¡Ay, ay, ay, un triple ay a los que reemplazan al Dios Todopoderoso por herramientas hechas por manos corruptas!
[Jeremías 17:10] Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
[Isaías 44:25] Yo deshago las señales de los adivinos, y enloquezco a los agoreros; hago volver atrás a los sabios, y desvanezco su sabiduría.
[Juan 16:13] Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.