Entrad al pacto eterno con el Creador

Cuiden su salvación en primer lugar. Cuiden la santidad, cuiden mi imagen. Preocúpense por mis asuntos en primer lugar.

Yo soy el primero y tengo que ser el primero en vuestra vida. Es el lugar que me corresponde a mí, al Creador. Mi justicia requiere que el Creador sea reconocido como el primero y el más honroso en cada lugar.

Cuiden la vida de su espíritu en primer lugar: su mente, su corazón, su alma. No pongan la salud del cuerpo antes que todo. Esto es un error que hay que corregir.

¡Hijos de los hombres, escuchen! Ustedes investigan mucho sobre la salud de la carne, pero la carne sin espíritu no tiene ánimo. No aprovecha en nada.

Por esto, cuiden su salud en lo invisible en primer lugar. Por esto digo que poco aprovecha el ejercicio de la carne, pero los justos serán como estrellas resplandecientes en la eternidad. El que no camina en mi justicia hace sus ejercicios en vano.

Salgan de la necedad. Salgan de los caminos de la carne y entren en un acuerdo conmigo, un acuerdo que trae vida y respiro eterno a ustedes. Yo les enseñaré un camino donde no es necesario investigar sobre la salud del cuerpo, porque los míos poseerán carne redimida, glorificada, libre de corrupción.

Entren en acuerdo con su Creador en un pacto de paz. Entren en el nuevo y mejor pacto, y dejen las cosas viejas que se desvanecen. No se lamenten por un pasado que nunca les dio plenitud.

Mejor vengan a mí, la fuente verdadera de plenitud y propósito. Crean en mí y crean en mi Hijo. El que a él reciba, me recibe a mí; y el que recibe de nosotros vida, la recibirá en abundancia en el pacto eterno del Cordero inmolado.

Apártense de su maldad, y Yo y mi Hijo transformaremos vuestro desierto en un jardín vasto, como era en el comienzo.

[Mateo 6:33] Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

[1 Timoteo 4:8] Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

[Juan 10:10] El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

[Filipenses 3:20-21] Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

[Apocalipsis 21:5] Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.